EL
ECOTURISMO EN PAISES TROPICALES; UNA INDUSTRIA
EN PLENA EXPANSION, PERO TAMBIEN CON PROBLEMAS
Gerardo
Budowski, Ph.D.
Recursos
Naturales y Paz
Universidad
para la Paz
Ex-Presidente,
Sociedad Internacional de Ecoturismo
Ex-Director
General, Unión Internacional para la
Conservación de la Naturaleza (U.I.C.N.),
Suiza
13
al 14 de Septiembre, 2001
Venezuela
Introducción
Ecoturismo
o turismo basado en la naturaleza puede ser
definido como "viajar en forma
responsable hacia áreas naturales conservando
el medio ambiente y mejorando el bienestar de
las comunidades locales" (The Ecotourism
Society, 1993). Una buena parte de los
ecoturistas se interesan en las aves, otros
admiran diferentes grupos de animales, así
como los árboles con sus troncos variados, su
arquitectura y sus epífitas, las orquídeas,
los arrecifes de coral, saltos de agua, los
humedales y otras maravillas de la naturaleza.
Se suele combinar el ecoturismo con el
"agro-turismo" que hace resaltar
algunos usos de la tierra, particularmente
atractivos para su interpretación, como lo
son por ejemplo: las terrazas, los árboles de
sombra de café y cacao, las cercas vivas,
etc. Muchos "ecoturistas" combinan
su estadía con otras actividades (visitas
personales, conferencias nacionales o
internacionales) o con otras actividades
turísticas como visitas a las playas, turismo
religioso, turismo de salud, turismo
deportivo, turismo cultural (como por ejemplo:
museos, visitas a comunidades indígenas),
etc.
El
ecoturismo puede ser muy beneficioso para el
país, pero también puede generar problemas
si no está cuidadosamente planificado,
ejecutado y controlado periódicamente. Los
diferentes actores del ecoturismo incluyen
lógicamente las compañías que ofrecen
"tours", los hoteles y restaurantes
cercanos al lugar visitado, los guías
profesionales (con buenos conocimientos de
idiomas y capaces de "interpretar"
el recurso natural), las compañías de
transporte, los responsables de manejar el
sistema de diferentes categorías de áreas
protegidas y desde luego el o los organismos
gubernamentales o estatales rectores del
turismo. También intervienen diferentes ONG’s
especialmente aquellas dedicadas a la
conservación de la naturaleza.
El
ecoturismo bien practicado, puede convertirse
en un poderoso instrumento para la
conservación de la flora y fauna al valorizar
un recurso natural como por ejemplo el bosque
primario o los arrecifes de coral, pero
también puede causar diferentes tipos de
daños biológicos, físicos, sociales y
económicos si no se práctica bien. La
siguiente exposición introductiva pretende
analizar los factores positivos y negativos
del ecoturismo y sacar algunas conclusiones,
siempre en sus aspectos generales.
Las
premisas del ecoturismo en Costa Rica
El
país cuenta con gran variedad de zonas de
vida y enorme riqueza biológica (plantas,
animales, especialmente aves) que atrae
diferentes grupos de ecoturistas. De hecho
existe un excelente sistema de parques
nacionales y otras categorías de áreas
protegidas (hoy llamadas "áreas de
conservación") establecido en su
mayoría hace 10-25 años, antes de la
"ola ecoturística".
Los
recursos anteriormente descritos son muy
accesibles si se comparan con países más
grandes (Brazil, Colombia y Venezuela por
ejemplo). En Costa Rica, pocos sitios
necesitan más de 5 horas por carretera para
llegar (mucho menos con aviones pequeños).
Hay parques nacionales prístinos a menos de
una hora en vehículo desde San José. En
otros países aunque muy grandes, existen
igualmente áreas prístinas con
"diversidad concentrada" pero las
facilidades y el tiempo para llegar allí
son mucho más problemáticas.
Existen
centenares de hoteles (a menudo llamadas
"cabinas" cuando son pequeños),
desde precios muy módicos (rústicos) hasta
de lujo, muchos de ellos cercanos a los
recursos ecoturísticos y que incluyen el
grueso de la ocupación. Muchos son
atendidos por su dueño y algunas manejan e
interpretan reservas privadas aledaños para
beneficio de sus visitantes.
Existen
más de 120 agencias de turismo receptivo,
con personal bi o trilingüe, con agresivas
campañas de promoción.
Existe
actualmente un grupo muy competente de
guías naturalistas muchos multilingües y
altamente calificados para interpretar las
bellezas naturales (así como rasgos
culturales) a los ecoturistas.
Hay
una alta cantidad de libros y guías de
campo explicativas sobre áreas naturales
(aves, mamíferos, ranas, mariposas,
tortugas, etc.), todo en diferentes idiomas
y para uso popular. Además hay una gran
cantidad de publicaciones científicas sobre
la flora y fauna y sus interacciones, todo
lo que permite programas atractivos de
interpretación. De hecho Costa Rica se
considera como el país tropical mejor
estudiado en recursos biológicos. Al
respecto merece destacarse la labor del
INBIO (Instituto Nacional de Biodiversidad)
En
Costa Rica, por ejemplo, más de un millón
de turistas extranjeros llegaron al país en
1999 de los cuales 70% explicaron que
"vienen por la naturaleza". Se
calcula un número parecido de visitantes
locales a las áreas naturales protegidas
(ciudadanos costarricenses y residentes
extranjeros). Es actualmente el primer
renglón de captación de divisas (pasó al
banano y al café), después de la industria
electrónica INTEL. Cabe destacar que las
divisas que aportan los ecoturistas,
"circulan" ampliamente antes de
"inmovilizarse" (en un banco por
ejemplo) lo que es económicamente muy
deseable.
Costa
Rica está empeñada en promocionar sus
bellezas naturales en el extranjero. En
general, los turistas están satisfechos y
muchos vuelven de nuevo. En los últimos
años las llegadas desde el extranjero han
aumentado entre 8 y 20% por año.
Además
de constituir una fuente importante de
empleo para agencias de turismo receptivo,
hoteles, restaurantes, transportes, etc., ha
demostrado beneficiar y promover actividades
locales diversas como artesanía y folklore.
Teóricamente
se trata de una "industria sin
chimeneas" que contamina muy poco (si
bien esto no es siempre el caso).
La
presencia física de ecoturistas en un lugar
valoriza el recurso y evita la conversión
de áreas con su vegetación y fauna
excepcionales a otros usos, a veces
destructivos. Por lo tanto contribuye a la
conservación de la naturaleza y su
biodiversidad y justifica en forma
significativa y desde diferentes
perspectivas (económicas, sociales,
culturales, etc.) los esfuerzos para crear y
manejar diferentes categorías de áreas
protegidas.
El
ecoturismo ha promovido nuevas posibilidades
para aprovechar áreas naturales
anteriormente desconocidas, como el
recorrido en balsas en los ríos
("white water rafting"), los
desplazamientos aéreos entre los árboles a
base de cables o teleféricos (o trenes
aéreos) y otras modalidades novedosas.
Permite
un "renacimiento" del folklore y
sus implicaciones. Así por ejemplo,
ecoturismo ha estimulado el auge de
conjuntos locales de música y de bailes
típicos para actuar en hoteles,
restaurantes y otros sitios; asimismo
permite promover platos típicos de la
región, refrescos de frutas nativas y otras
modalidades que dan un "valor
agregado" para mayor atracción para el
ecoturista.
El
agroturismo con explicaciones sobre
modalidades agrícolas locales, se perfila
como un atractivo adicional muy prometedor
para el ecoturista atraído inicialmente por
los atributos naturales. Un ejemplo es una
exitosa presentación teatral sobre el
cultivo del café con sombra, promovida por
una empresa productora de café, lo que
atrae una audiencia cada vez mayor. Otras
formas del agroturismo que se combinan bien
con giras ecoturísticas han sido el uso de
cercas vivas, las plantaciones y el
procesamiento del banano, el cultivo y
recolección de la nuez de macadamia, y el
cultivo de las plantas ornamentales para la
exportación.
La
estación seca en Costa Rica, corresponde en
gran parte al invierno frío del hemisferio
norte lo que favorece la llegada de
ecoturistas (y turistas en general) que
huyen del frío (es la estación
"alta" local) en su hemisferio
mientras que en la estación lluviosa
(llamada "invierno" en Costa Rica,
pero que últimamente se ha tildado de
"estación verde"), hay rebajas de
precios y otras promociones muy atractivas
para mejor "llenar los hoteles",
especialmente con ecoturistas locales. Aquí
conviene analizar la competencia actual y
potencial de otros países que en muchos
casos tienen atractivos parecidos, inclusive
mayores que en Costa Rica (e.g.
arqueología, grupos indígenas accesibles
con artesanía propia, mayor biodiversidad,
etc.) pero a menudo hay problemas como
carencia de infraestructuras adecuadas como
hoteles contiguos a las atracciones
naturales, la seguridad humana que deja
mucho que desear, las escasas publicaciones
para beneficio del ecoturista, los pocos
guías locales altamente calificados y las
áreas protegidas que no son correctamente
manejadas. A menudo en otros países, hay
carencia de políticas claras especialmente
para conciliar el ecoturismo con la
conservación de la naturaleza.
Puede
considerarse como un poderoso instrumento de
educación, de capacitación, de avance de
la ciencia, de divulgación audio-visual,
como lo demuestran por ejemplo los numerosos
cursos internacionales sobre biología
tropical y temas afines, las giras de
estudio de grupos universitarios o de
especialistas en flora y fauna, y otros
sectores interesados en ciertos aspectos de
la naturaleza, y la creciente producción de
videos y programas de televisión mostrando
las maravillas naturales.
Se
crea un ambiente favorable y una reputación
internacional cuando un país protege su
biodiversidad y lo abre cuidadosamente para
un turismo responsable. Hay ventajas
directas e indirectas ya que da prestigio al
país, crea condiciones favorables para
cooperación técnica, para inversiones de
capital extranjero, estimula la llegada de
personas jubilados del extranjero con
cómoda situación económica, que pretenden
establecerse en el país, y otros
beneficios.
Críticas,
errores cometidos y lecciones aprendidas
La
siguiente lista no es exhaustiva y todos los
problemas señalados tienen soluciones
conocidas pero a menudo poco implementadas.
Las
poblaciones locales o aledañas al recurso
natural, no reciben beneficios económicos
adecuados, o muy pocos. Se sienten
marginadas frente al auge de ecoturistas
visitantes y ven como el beneficio
económico favorece a grupos ajenos y con
pocas implicaciones favorables para las
comunidades del lugar.
Remedio:
recursos para formar guías locales,
empresarios para suplir las necesidades
provocadas por el auge del ecoturismo
(producción de alimentos, materiales de
construcción, artesanía local, etc.)
A
menudo hay efectos culturales adversos
directos e indirectos para las poblaciones
aledañas a las áreas visitadas. Para
construir hoteles por ejemplo, se traen
obreros y otras personas de afuera que dan
origen a diferentes situaciones
conflictivas; también a menudo las
costumbres de los visitantes no encajan en
la idiosincrasia local. Hay numerosos
ejemplos de visitas a comunidades indígenas
que causaron problemas.
Hay
conflictos en el uso tradicional
aprovechamiento de la tierra con sus
animales y plantas de parte de las
poblaciones contiguas a las áreas
naturales, ya que al aumentar el ecoturismo
se fijan limitaciones para ciertas
actividades tradicionales para las
poblaciones aledañas (prohibición de cazar
en áreas que ahora son
"protegidas", defensa de cortar
leña y postes, o de cosechar plantas
medicinales, hojas de palmas para techar,
etc.)
El
auge del ecoturismo ha generado cambios de
propietarios de tierras y una especulación
a menudo nociva sobre su valor,
especialmente para poblaciones locales se
resiente la presencia de extranjeros que
operan a veces en forma poco escrupulosa a
lo largo de los linderos de áreas
protegidas y otros recursos ecoturísticos.
Hay
todavía cierta indiferencia y hasta
críticas de parte de las compañías de
turismo en torno al manejo gubernamental de
las áreas naturales y protegidas, de las
cuales dependen en gran parte para atraer
turistas. En general, hay una insuficiente
contribución (más que todo económica).
Poco se reinvierten las ganancias del
ecoturismo en mejorar el
"producto" que atrae los
visitantes, así como las zonas de
amortiguamiento donde viven poblaciones
locales. Debe señalarse que hay excepciones
notables. Hace unos diez años, dos de las
agencias de turismo receptivo más
importantes del país, donaron $25000 al
Servicio de Parques Nacionales especialmente
para "agradecer los servicios de los
guardaparques y sus esfuerzos en pro de las
áreas protegidas".
Hay
"sobreventa" de
"productos", ya que se prometen
muchos atractivos al ecoturista sin que
realmente los pueda ver en sus recorridos,
lo que causa decepciones. Así hay folletos
de promoción, con fotos de jaguar
("tigre"), danta o águila
harpía, que el ecoturista no va a ver en su
recorrido.
Hay
insuficientes vinculaciones con las
poblaciones aledañas cuyo conocimiento
biológico, cultural y artístico,
histórico y hasta uso culinario, pocas
veces se aprovecha.
Los
turistas que visitan áreas pristinas pueden
causar daño en forma directa o indirecta a
la flora y fauna. Un ejemplo es la
alimentación de animales (monos, aves,
cocodrilos) para que los ecoturistas los
puedan ver mejor y fotografiarlos. Esto
puede originar problemas en las costumbres
de ciertos animales, especialmente cuando se
suspende tal costumbre y hay un caso de
monos que llegaron hasta la cocina y
mordieron al personal cuando se suspendió
la alimentación diaria.
Las
construcciones turísticas (hoteles,
restaurantes, tiendas diversas) se ubican
demasiado cerca del recurso natural, o con
estilos arquitectónicos que no encajan en
el paisaje. Hay a menudo efectos
perjudiciales en cuanto a la contaminación
de aguas, acumulación y procesamientos
deficientes de desechos sólidos, ruido
excesivo, luz nociva en la noche (por
ejemplo cerca de playas donde desovan las
tortugas marinas).
Los
senderos para visitar recursos
ecoturísticos a menudo están pobremente
diseñados (recorrido poco atractivo,
regreso igual que la ida, cuando un
itinerario circular hubiera sido mucho más
interesante, fenómenos de erosión por
pisoteo, etc.) o lo que es más grave,
pobremente interpretados por "seudo
guías" inescrupulosos. La
interpretación correcta es una ciencia aún
poco perfeccionada en los carteles de
educación.
Se
da poca consideración a la "capacidad
de carga" del área visitada, cuando
ésta es frágil. Algunas prácticas como
sólo permitir la entrada a un número
limitado de visitantes, o por lo menos
espaciar los grupos con sus guías o
diversificar los senderos, aún no están
muy difundidas.
Muchas
promociones del turismo ecológico están
dirigidas para solamente atraer al turismo
de extranjeros, al especular que sólo ellos
tienen un alto nivel económico
("dejando los dólares"). A
menudo, no se presta la debida atención al
turismo nacional o a grupos escolares
locales, con escasos recursos económicos.
Hay
escasez de estudios responsables sobre cómo
satisfacer el aumento progresivo de la
demanda de parte de los ecoturistas. En vez
de planificar a mediano y largo plazo, se
reacciona (y a menudo se improvisa) cuando
hay crisis o ciertas catástrofes (hasta la
próxima crisis).
Poco
se usa la experiencia y las publicaciones de
otros países. Un ejemplo es la amplia
producción de materiales diversos de la
Sociedad Mundial de Ecoturismo que inclusive
tiene textos en español.
Hay
limitaciones presupuestarias para
planificar, promover, ejecutar y controlar
el ecoturismo, especialmente en el aspecto
hotelero. Hay un movimiento reciente,
promovido en Costa Rica por el Instituto de
Turismo y adoptado por la Organización
Mundial del Turismo de las Naciones Unidas,
para calificar y certificar hoteles, por su
demostrada sensibilidad ambiental, pero
falta evaluar los resultados y su impacto
real en la práctica.
Hay
insuficientes cuarteles educativos y de
investigación de alta calidad, con centros
de documentación idónea para formar
profesionales e investigadores en ecoturismo
a diferentes niveles y con varias
especializaciones.
Faltan
evaluaciones y otras estadísticas objetivas
y detalladas sobre el impacto del
ecoturismo, como base para mejorar o cambiar
el rumbo y el impulso de iniciativas para
promover un ecoturismo más responsable y
sostenible.
Tendencias
futuras
El
ecoturismo sin duda va a crecer según los
atractivos, las políticas en torno a los
precios, las facilidades ofrecidas, la
capacidad y la conveniencia de combinar con
otros atractivos turísticos. Un temor
creciente es la seguridad humana del
ecoturista; sujeto a secuestros y asaltos
para robar, lo que ha influenciado en forma
negativa a muchos ecoturistas potenciales,
como se ha demostrado en varias instancias.
A
nivel mundial creará la inversión para
promover el ecoturismo y aumentará la
competitividad entre países para atraer
ecoturistas de afuera. También cabe esperar
que aumente el interés para estimular el
ecoturismo para grupos locales,
especialmente entre los jóvenes con
posibilidades económicas limitadas.
Se
mejorarán y se resolverán paulatinamente,
por lo menos en teoría, los problemas
señalados aquí bajo críticas y errores
cometidos, pero mucho dependería de la
voluntad para implementar soluciones
prácticas que sean social y económicamente
aceptables.
Se
prevé un aumento espectacular de la
certificación u otras formas de etiquetaje,
para los hoteles y otras empresas vinculadas
con el ecoturismo.
El
ecoturismo se transformará en una ciencia
interdisciplinaria al incluir aspectos
biológicos, económicos y sociales como
parte de las investigaciones, las
publicaciones, los curricula en
universidades y se fomentarán
especialidades (por ejemplo en arquitectura,
para diseñar construcciones que armonicen
con el entorno). Habrá cada vez mayor
número de publicaciones, como mejores
guías ornitológicas y de otros grupos de
animales y plantas, así como guías de
hoteles con mención de su sensibilidad
ambiental.
Finalmente
cabe esperar una mayor y mejor colaboración
entre conservacionistas y promotores del
ecoturismo al encontrar muchos puntos de
convergencia de beneficio mutuo (por ejemplo
la conservación de la biodiversidad), ya
que se trata de una relación simbiótica
natural.
Conclusiones
Para
lograr la tan deseada sostenibilidad, es
imprescindible mejorar el proceso de
planificación y consultas continuas con los
diferentes actores interesados, incluyendo las
poblaciones locales que viven dentro o
alrededor del atractivo turístico. Debe
tomarse en cuenta sus intereses y rasgos
culturales. También es necesario procurar un
mayor control de las empresas comerciales que
explotan el turismo ecológico. Es
imprescindible una visión a largo plazo con
políticas claras y ampliamente divulgadas,
una legislación adecuada y crear uno o varios
buenos centros de documentación. Las
estructuras administrativas idóneas para
facilitar esta transición deben contar, con
presupuestos apropiados. También se necesita
un código de ética con reglamentos y
directrices operacionales y que sea
ampliamente difundido. El mejor uso de la
literatura que existe a nivel mundial
facilitará enormemente esta tarea.
Ante
todo conviene disponer de una "estrategia
para mejor desarrollar el ecoturismo
responsable", fruto de un amplio proceso
de consulta y concertación.
En
algunos países se ha creado la Asociación (o
Sociedad) Nacional de Ecoturismo como un
gremio profesional para analizar tendencias,
problemas y sugerir políticas y planes de
acción, algo que aún no existe, pero sería
muy deseable para Costa Rica.
No hay
duda que la América Tropical tiene una
variedad extraordinaria de recursos naturales
los que bien manejados, pueden contribuir
significativamente para un desarrollo
sostenible en sus aspectos biológicos,
económicos y sociales. En este empeño, el
ecoturismo bien manejado puede y debe jugar un
papel fundamental.
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